Moor Jewelry – True Opera

Moor Jewelry – True Opera

La música de Camae Ayewa (Moor Mother) siempre tuvo una deuda con el punk, aunque estilísticamente se acercara más al rap. Pero esa influencia nunca fue tan evidente como lo es ahora en True Opera, su genial nuevo álbum y segunda colaboración con el productor Mental Jewelry.

Mientras que en su EP conjunto del 2017, Crime Waves, las bases instrumentales en su mayoría constaban de producciones electrónicas, esta vez el dúo optó por un sonido en vivo desde el estudio donde la guitarra, la batería y el bajo van al frente. “Crecimos yendo a shows y tocando en bandas punk” –contaron en el anuncio del disco- “y extrañábamos la energía de tocar en vivo. En una computadora todo suena calculado; esto trae imperfecciones y fallas – es más directo”.

Como consecuencia, los beats industriales y desorientadores collages sonoros que informaron sus trabajos anteriores son reemplazados aquí por un miasma noise de guitarras que remite más a Sonic Youth circa 1980s que a Death Grips o Dälek. Y lo mejor de todo: la apuesta funciona de maravilla, exhibiendo la versatilidad de ambos artistas.

Puntos altos como“Eugenics” muestran que, ya sea parada en el rock o el hip hop, Moor Mother siempre va a sonar enfadada y vital. Su raptivismo de denuncia, más cercano a veces al spoken word y la poesía que a las cadencias tradicionales de la música urbana, sigue tan filoso como siempre. O quizás, hasta aún más visceral: la desesperación con que repite el nombre de la canción en “Look Alive” es francamente devastadora, mientras que la acusación “you lied, motherfucker”  (“mentiste, hijo de puta”) en “Westmoreland Country” pone la piel de gallina.

Fuente: Plasmarella / Flickr
Fuente: Plasmarella / Flickr

Pero no solo su voz hace al disco. Instrumentalmente, True Opera habría sido una apuesta segura por cualquier sello de post-hardcore de los noventa –en el mejor de los sentidos-. El sonido es directo y cortante, de texturas densas a base de feedback y percusión frenética. Lejos quedó el más gentil sonido trip-hoppero con el que la dupla coqueteó en ciertos temas de Crime Waves: esto es rock de guitarra, a-la-mierda-todo, en estado puro.

El único respiro que ofrece los poco más de 20 minutos del disco es parcial, y llega de la mano de las dos últimas canciones: “Boris Gudonov” y “Shadow”. La ira de los anteriores temas cede un poco de terreno a un sonido más contemplativo, melódico, la voz de Moor Mother alzándose triunfal del trauma y decepción descripto en cortes como “Judgement” (“el sistema es una farsa/el gobierno es una farsa”).

Es una bienvenida forma de concluir el álbum, demostrando la comodidad con que la dupla se mueve entre sensaciones y sonidos. Una afirmación que se puede extrapolar al disco en su conjunto. True Opera no es solo un experimento exitoso para dos artistas probando su suerte en un género nuevo en su carrera –el punk– sino un gran disco por derecho propio. Y punto.

Calificación:

3.5/5